Con el techo continuo conseguimos potenciar la sensación de amplitud de la estancia con un óptimo resultado estético, gracias a que su acabado es completamente liso al no llevar ningún tipo de perforaciones o elementos visibles.
Por su interior, lo habitual es usarlo para incorporar instalaciones de servicios, tales como cableado eléctrico o máquinas de aire acondicionado.
El techo continuo mejora además la insonorización y la protección de la sala ante el fuego.